El entorno paradisiaco y amplios espacios al aire libre son super relajantes. El snorkel con José es espectacular. Aunque el horario del desayuno es un poco temprano, la isla y las playas son simplemente preciosas. El alojamiento es único y 100% respetuoso con el medio ambiente. El ventilador funciona genial y el desayuno con frutas de temporada y pancakes deliciosos es una delicia. El personal es amable y servicial. ¡Quedamos fascinados con nuestra estadía de 2 noches en Playa Libre! La habitación era grande y cómoda, el baño y la ducha eran super, y el desayuno y la comida fueron buenisimos. El personal es muy amable y disponible. Las actividades propuestas, como el baño nocturno en la laguna encantada y la excursión en canoa en el manglar, son increíbles. ¡Un paraíso al que deseamos volver pronto con una relación calidad/precio excelente!

La estadía en el eco hostal fue excelente. El personal fue súper amable y atento, contribuyendo al sustento de los locales de la isla. La habitación era amplia y cómoda, y el hecho de que el alojamiento obtuviera energía de placas solares fue todo un acierto. Además, nos encantó la variedad de opciones que teníamos en el destino. cabe destacar que comer en el hostal era económico y la comida era de excelente calidad.

El desayuno podría mejorar ofreciendo gel y champú para la ducha, así como una toalla pequeña adicional. No obstante, esto no opaca la experiencia positiva que tuvimos en el eco hostal.

El hotel está situado en la hermosa Isla Grande, a solo unos minutos de la playa. La habitación era cómoda y acogedora, con una cama muy cómoda y una bonita vista al jardín.

La habitación en Isla Grande Eco-Hostal era acogedora y me sentí como en casa. Tenía una pequeña cocina con una estufa, lo cual fue genial para cocinar mis propias comidas. Además, tenía un baño privado con bañera o ducha, lo cual era muy conveniente. Algunas habitaciones también tenían una terraza o balcón, lo que permitía disfrutar de las hermosas vistas.

Quizás lo único que no me gustó tanto es que la habitación era un poco pequeña. Sin embargo, entiendo que esto es muy subjetivo y otras personas podrían encontrarse cómodas con el espacio disponible.

Las cabañas de Isla Grande Eco-Hostal son prolijas y cómodas, con baño privado y mosquitero en la cama. El WIFI funciona bien y el desayuno está buenísimo, incluido en la estancia. Las comidas se pueden pedir en el hostal, la chica que cocina lo hace muy bien y los precios son adecuados. Además, prestan reposeras de un restaurante en la playa. Álvaro, el anfitrión, es súper amable, nos fue a buscar y nos acompañó al regreso al muelle.

Me sentí bastante a gusto, no tengo ninguna razón para quejarme.

Mi pareja y yo nos hospedamos en el Eco-Hostal en Isla Grande por una semana y tuvimos una experiencia maravillosa. El personal fue muy amable y servicial, especialmente Isabel y la señora Ernida. La comida era deliciosa, con un desayuno abundante y variado. Además, nos encantó la atención y el conocimiento del guía José David, quien nos recomendó increíbles excursiones en la isla. La tranquilidad, el buen ambiente y la cercanía a la playa y la naturaleza fueron aspectos que realmente disfrutamos.

Recomendaría este lugar.

Recomendamos mucho este eco-hostal en la isla! Buen recibimiento y buena ubicación cerca de 2 lindas playas y de la Laguna encantada. Desayuno delicioso y tienda con buenos precios. ¡Gracias por todo! 😄🌴

La habitación era amplia y cómoda, con una cama confortable. Además, el baño estaba en buen estado y la ducha funcionaba de maravilla. Otro punto a favor fue el desayuno y la comida, que estaban deliciosos. me gustó que sirvieran la comida en una mesa fuera de la habitación. Y algo que disfruté mucho fue poder participar en las actividades que ofrecían, como el baño nocturno en una laguna encantada. Fue una experiencia inolvidable.

Me gustó mucho la decoración del hotel, con sus colores alegres y sus detalles típicos de la región. Los espacios comunes estaban muy bien cuidados y eran muy cómodos para una persona mayor como yo. Además, el hotel estaba muy bien adaptado para personas mayores, con rampas y pasillos amplios para poder moverme sin dificultad.

Me gustaría haber tenido alguna actividad especial para personas mayores, como clases de yoga o paseos más tranquilos. Aunque los niños que trabajaban allí eran muy atentos, a veces me hubiera gustado un poco más de atención específica para nosotros, los más mayores.

El alojamiento se encuentra en un entorno único y es respetuoso con el medio ambiente, utilizando materiales naturales. Las cabañas tienen buenos ventiladores y mosquiteros, lo que permite dormir cómodamente. El desayuno es delicioso, con opciones como frutas de temporada y pancakes. El personal es amable y dispuesto a ayudar, ofreciendo tours personalizados. Además, hay una tiendita para las necesidades de los huéspedes.

La red de wifi puede ser inestable debido a la ubicación en una isla.

La decoración del hotel me encantó. Los colores y los detalles naturales en todas las áreas creaban un ambiente acogedor. Además, el diseño del hotel era accesible para personas mayores como yo, con pasillos amplios y sin escalones que dificultaran el movimiento.

Lo único que pediría para unas mejores vacaciones para personas mayores es que el personal del hotel fuera un poco más atento y considerado con nuestras necesidades. A veces sentí que no prestaban suficiente atención a las personas mayores y nos trataban de forma apresurada.

Recientemente tuve una estancia increíble en un hostal ecológico en Isla Grande. Pasé 2 noches allí y fue perfecto. El lugar es tranquilo y alejado del ruido, ideal para desconectar. Los anfitriones son amables y atentos, la habitación estaba impecable y cerca de playas hermosas. Además, la comida es espectacular y el personal es muy servicial. Recomiendo las actividades que ofrecen, especialmente el baño nocturno en la laguna encantada. ¡Una experiencia inolvidable! De verdad que lo recomiendo.

De verdad que lo recomiendo.

Me encantó todo! El valor por mi dinero fue excelente, la habitación era cómoda y las cabañas eran hermosas. La ubicación del hotel era perfecta, a solo unos minutos a pie de la hermosa Playa Libre. El personal del hotel fue amable y atento, desde el momento en que nos recogieron en el muelle. Además, Alvaro nos ayudó en todo lo que necesitamos, incluso pudimos utilizar las instalaciones de las butacas de playa del Papaya. Las actividades que ofrecían, como la ruta en los manglares y el snorkeling, superaron mis expectativas. Fue realmente una experiencia inolvidable.

La opción de desayuno podría mejorar. Sería genial tener un poco más de variedad y quizás agregar algunos ingredientes locales para probar.

Mi estancia en Isla Grande fue simplemente espectacular. El Eco-Hostal donde me hospedé fue realmente encantador. Lo que más me gustó fue la hermosa playa que se encontraba a solo 5 minutos caminando y la laguna encantada que estaba a solo 10 minutos. La habitación en la que me alojé era un pequeño chalet muy bonito y limpio. Además, la comida que probé fue espectacular y la señora que atendía el lugar era muy amable. disfruté mucho de la excursión a la laguna encantada que contraté. Algo que me gustó mucho es que había electricidad las 24 horas.

También hubo algunos pequeños inconvenientes durante mi estancia. El baño no estaba muy limpio al principio, pero luego lo limpiaron.

Mi estancia en el Eco-Hostal de Isla Grande fue increíble! La comida era deliciosa y el personal era extremadamente amable, siempre dispuesto a ayudar y nos organizaron varias actividades y nos dieron recomendaciones muy buenas. La cabaña en la que nos hospedamos era muy bonita, con una tela mosquitera funcional y una hamaca en la terraza que era perfecta para una siesta. Además, teníamos la opción de que nos sirvieran la comida en la terraza de nuestra habitación, lo cual era genial. Este hostel es muy sencillo pero fantástico, está administrado por una familia nativa de la isla, por lo que también aprendimos mucho sobre su cultura. ¡Definitivamente lo recomiendo y volvería sin dudarlo!

La experiencia del desayuno podría mejorar, ya que no se consultaban nuestras preferencias y nos servían lo que ellos creían conveniente sin mucha elaboración. Sin embargo, los almuerzos eran muy caros, por lo que siempre comimos fuera del hostel donde encontramos buenos precios y calidad de comida.